Para esas noches de soledad, donde entre la oscuridad de la casa, a lo lejos del pasillo, al final, un sonido arrastrándose, reverbera entre las paredes de la casa, escuchas como tu gato come su pienso...
Vale, he roto la atmósfera, pero oye, después de leer estos dos tomos que componen
Ibitsu, necesitaba un respiró.
Ibitsu, es la historia de un creepypasta, una chica, vestida de lolita, sola y sucia entre la basura, la cual te hará una sola pregunta "¿tienes una hermana pequeña?"
No respondas, ignórala, pasa de largo... porque cualquier otra respuesta, significará la caída al abismo de la locura.
Seguro que en 20 minutos te lo has leído entero -
AQUÍ
Voy a recomendar esta obra a cualquiera que le pique un poco el genero del horror, dentro de que no seas un experto en la materia.
Yo por mi parte, últimamente me estoy aficionando a los
creepypastas, un genero que evoluciona rápidamente, actualmente se acercan más a casos cotidianos o producidos por un enfermo o un acosador, igualmente aterradores por el realismo. Pero por otra parte, me gustan esos casos sobrenaturales de los creepypastas como "el hilo rojo" o el "hombre de la media noche", y aquí, como caso sobrenatural, es donde
Ibitsu gana peso.
Después de la recomendación, mi opinión
con spoilers:
No me ha decepcionado, pero tampoco me ha traumado, se parece mucho a esas películas como
La Maldición, donde todo se lía, donde no pretenden contarte una historia, sino que quieren contarte la historia de un personaje.
Por lo tanto, la historia no tiene final ni conclusión, es otra maldición como otras tantas que pulula por el mundo, buscando como si de un parásito se tratase, la siguiente victima de la que alimentarte.
Me parece correcto, caes un poco en la desesperación de la historia, el tema de las maldiciones siempre me ha dado un poco más de grima que asesinos o fantasmas: las personas son personas, y los fantasmas, ¿alguien recuerda la película de Laberinto? "Mi voluntad es tan grande como la tuya, no tienes poder sobre mi", para mi los fantasmas son espíritus, pero cualquier persona tiene espíritu, espero que se me entienda cuando me refiero, que es una batalla entre iguales.
Ok, pero aquí entramos en el tema de maldiciones... siempre se me han antojado como algo imparable, como un juego de mesa donde no hay tablero ni reglas, no se puede detener ni se puede controlar... me resulta apabullante y por lo tanto aterrador. Así que el 99% de las maldiciones, no están destinadas a tener un final feliz porque están hechas para mellar poco a poco a la victima desde dentro.
Volviendo a Ibitsu, el protagonista no me ha parecido 100% inútil, lerdo, pero no inútil: ¿que cojones haces en un caso así? Buscas información, investigas, siempre rodeado de gente y siempre procurando regresar a un sitio seguro... lastima que la maldición barra todo esto; incluso cuando decide jugar con las normas del fantasma, le sale mal. Pero es un protagonista exceptico, buscando una salida razonable y buscando, sin detenerse ni ceder... hasta el final.
Una obra interesante... lo que no es tan interesante, es que el gato haya comenzado a arañar los espejos intentando abrir el armario...