domingo, 6 de febrero de 2011

Ángeles y Demonios

Ciencia y religión no son opuestas.
Es sólo que la ciencia es demasiado
joven para comprender.

Ayer por la noche en un último arrebato que termine de leer la obra de Dan Brown, Ángeles y Demonios.
El año pasado fue cuando conocí a este escritor con su obra El Código Da Vinci, como ya dije en su momento, y reitero ahora, es un escritor que sabe atrapar al lector, crea casi de la nada conspiraciones, usando nombres de cosas que todos conocemos y así haciéndonos participes de la trepidante aventura que arrastra a su protagonista Robert Langdon en su nueva cruzada por destapar los misterios que se le presentan.
Además, para mi esta obra tiene un encanto añadido, y es que esta inspirada en la ciudad italiana de Roma. El autor hace bien en mencionar el atractivo artístico de la ciudad (y mención también a su nefasto tráfico), algunos de los emplazamientos me han traído buenos recuerdos.

Ángeles y Demonios cuenta la historia de un asesinato con la firma de un grupo hace siglos olvidado: los Illuminati.
El caso se ha producido en las instalaciones de CERN, famosas por ser un lugar donde las mentes más brillantes trabajan diariamente para progresar en los avances de la ciencia. Pero uno de esos avances, el más secreto de todos, es al mismo el más brillante: la creación de materia a partir de la nada, como si de la obra de Dios se tratase, la antimateria, es robada y llevada a la ciudad del mundo que más detesta la ciencia, el mismo Vaticano. Los Illuminati pretenden destruir la ciudad, donde ahora se esta llevando a cabo el nuevo cónclave para la elección del nuevo Papa.
Vittoria Vetra, hija del científico asesinado el cual creo la antimateria, se une a Robert Langdon para intentar desbaratar los planes de los Illuminati, descubrir los planes de esta sociedad a la que ya se creía desaparecida, y salvar a toda la ciudad.
Y hasta aquí puedo leer.

El libro es un constante de conspiraciones, secretos y nuevas sorpresas a cada capitulo, el escritor sabe dotar de un carisma especial a cada personaje que toca: los amas, los odias, te conmueven, sospechas de ellos... nunca te resultan indiferentes. Dan Brown es un maestro en la medición, el libro transcurre en 24h y es por igual intenso. Tiene un ritmo de narración rápido y atrapante, a cada capitulo necesitas el anterior para alimentar la tensión y buscar el desenlace. Algo que logran pocos libros para mi.

En comparación con el otro libro, El Código Da Vinci, la moraleja de este libro es mucho más reflexiva, y el final más apropiado. De nuevo el escritor va a la carga contra la iglesia, pero del mismo modo que el anterior libro, ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos, ni nada es lo que parece. Además, las constantes reflexiones a las que llegan los personajes sobre cuestiones de fe y religión, las considero de buen gusto y en su justa medida apropiadas.

Ya esta visto que el libro me ha encantado para mi se queda con un 9´5/10, tengo algunas reservas con el final, pero en general creo que es un libro imprescindible. Aunque también, Dan Brown es un escritor muy personal, se que esta nota puede ser discutida dependiendo de quién haya leído el libro, pero en general con los libros que he ido leyendo, por mi parte se la merece.

Ahora, lo que no recomendaría bajo ningún concepto, es la película basada en el libro, sencillamente rompe la magia, no esta nada bien llevada, los entresijos pasan a convertirse en descuidadas casualidades, los misterios en libros abiertos y la acción en torpeza. ¡Nada de película para este libro!

Por mi parte, ya tengo el último libro de Dan Brown, El símbolo perdido, ¡de nuevo a la carga con Robert!

Y ya, haber si este año sí, comento todos los libros que haya leído en el mismo... fuu... buena tarea me puede esperar.

1 comentario:

  1. Susana por favor XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD Leyendo Dan Brown, ¡escrito con receta! Bueno, yo leo True Blood, que viene a ser basura por el estilo jajajaja

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