lunes, 4 de mayo de 2009

Gizmo es el diablo






















Hay preguntas existenciales que se formulan y quedan colgando en el liquido amniótico del espacio tiempo y que la ciencia ni la magia no pueden explicar (¿mande?)

Este montón de palabras dichas porque sonaban bien aunque no tengan ningún sentido puestas en escrito, quiere llevar a todas aquellas dudas alguna vez formuladas y de las que nunca se sabrá una respuesta exacta que llegue a satisfacer al subconsciente.


No hablo de preguntas sobre “¿quiénes somos?” o “¿a dónde vamos?”

No.

Es algo mucho más profundo…

¿Por qué a la gente le parece majo “Gizmo”?


Gizmo” es el bicho que salía en la película “Los Gremlins”, el bueno y mono, no los feos y malos, esos no.

Bien, se han promocionado muchísimos peluches del Gizmo, y mucha gente que se considera amante del cine y un poco freak al respecto, puede tener uno de estos en casa.


La verdad, que es muy mono… pero toda su monería siempre me ha resultado… inquietante, como si fuer una mascara de lo que realmente es: un bicho de los que hay que avistar y aniquilar.

Adoro las cosas monas… excepto esta, y la explicación es sencilla, Gizmo tiene más instrucciones que el panel de mando de un reactor nuclear y es igual de peligroso.


Me imagino teniendo uno… ok, la primera norma: que no le de la luz, odia la luz y sobre todo la del sol que le mataría.

Vale, es un bicho para tenerlo en casa… ahora, ¿quién ventila la habitación donde este la mascota? Porque tiene pelo y todo pelo se ensucia y huele, ya tienes la gracia echa, solo puedes tener al bicho en una habitación enclaustrado, de esas que cuando abres la puerta el olor que ha dejado el animalito hace que te lloren los ojos. ¿Opción de soltarlo por la noche? ¡Su puta madre! ¿Y cuando duermo? Si hay que trabajar no hay más narices oiga. ¿Me llevo el bicho de fiesta? No que a lo mejor si le da un foco lo tengo que donar a una óptica.


En el cuarto podrá estar vivo… aunque creo que en tales condiciones el animal se golpearía la cabeza contra las paredes… otra opción es llevarlo a todas partes en una caja… pero ¿tengo cara de mensajera? Me asaltan en la calle y me lo roban semejante caja (que para la que esta liando el Gizmo con la primera norma del manual, casi me harían un favor) ¡ah! y además, llévalo en el bus a hora punta… o te pones la caja en la cabeza o mal, o eso o el bicho acaba echo cóctel en su propia caja…

La segunda norma: que no se acerque al agua.

¿¡Qué!? ¿Entonces que le doy de beber? ¿Coca cola? ¿Vivirá mejor el Gizmo que yo?

Quizás el bicho no tenga sed… en tal caso, si tenemos que atenernos a la primera regla (lol, esto parecen las leyes de la robótica) si a la fuerza el bicho tiene que ir de habitación en caja… es inevitable que tarde o temprano acabe manchándose con uno de esos “regalitos” que dejan todas las mascotas sean mogwai o no… ese pelito suave marrón y blanquito… corrupto ahora por su propia descomposición y… ¡el olor! ¡Fua! Seguro que se tiene que pegar a la ropa hasta al punto de ir a dar dos besos y que la otra persona llore también a causa del olor (que no de la emoción de tenernos cerca en esta situación).


Vale… ¿cómo lavas a Gizmo si no puedes usar agua? ¿Te lo llevas a la tintorería para que lo laven en seco? ¿Le frotas con el cepillo embadurnado en colonia como si fuera esas duchas que te das para ir de empalmada a trabajar? ¿Lo cuelgas del tendedor para que le de el aire? NO por que ya lo habría matado la luz y tendrías churrasco de Gizmo a la suavizante Mimosin servido en cuerda verde de tender…


¡Oh! ¡Desde luego que yo me olvido de mojarlo! El puñetero se multiplica con el agua como las Mary Sue con Crepusculo… ¡y para rato iba a cuidar más de un bicho como este! Además, la prole de Gizmo no es como el sire… ¡ja! Ahora viene la tercera instrucción para tener y mantener a un Mogwai.


La tercera, y más importante de todas, nunca, nunca tiene que comer después de media noche…

….

Vale… pero, ¿hasta cuando es la hora de “después de la media noche”? Volverán a pasar 24 horas para encontrarnos de nuevo a las doce de la noche… entonces, todas las horas podrían considerarse después de la media noche!! ¿O quizás sea después del medio día? ¿12 horas sin probar bocado? Animalito… ¿y si me lo llevo a Canarias? ¿Sabe el sistema digestivo el cambio horario? ¿Y si esta programado con las 12 horas Zulu? Porque si no se guía por las horas solares al no poder darle la luz… y claro, no va a matar el gusanillo del hambre con agua que solo agravaría el problema con más bocas que alimentar…


Siendo pues, y por asegurarse, o el bicho muere de inanición, o le das de comer a eso de las 11 de la noche, por asegurarse con la hora Zulu donde quiera que quede ese lugar… pero, y si pese a toda precaución… ¿¡regurgita la comida!? ¿¡Se cuenta como que ha comido después de media noche!? Con todos los quebraderos de cabeza que puede traer el bicho… (desde luego, nada de comer sopa, que a ver si no te llega el Avecren y el bicho se piensa que es agua con colorante…)

Si come después de media noche… el adorable mogwai se transforma, se mete en un capullo lleno de mocos y al salir… ¡es un Gremlin que solo piensa en hacerte maldades y joderte la vida!

¿¡Para eso me he dejado los cuernos cuidando a los mogwai!? ¡Desagradecidos! ¡Hijos de una hiena! Miras el agua, miras la luz… y hasta por un trocito de comida entre los dientes desprendida después de la media noche pueden convertirse en gremlin!!!


¡Pues que se lo quede el abuelo de Golpe en la pequeña China! Ni un peluche quiero ver! Que frustración de mascota! Mejor un Pokemon, un bicho al que le puedes demostrar tu amor encerrándolo en una fría y claustrofóbica Pokeball de metal! >(


En el próximo capitulo, “que es “la nada” con Michael Ende y una servidora con siete años”

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